Modo de empleo
Toma una pequeña cantidad del exfoliante (aproximadamente una nuez).
Aplica el producto en el rostro de manera uniforme, evitando el área de los ojos.
Con los dedos, realiza suaves movimientos circulares en todo el rostro. Ten cuidado de no presionar demasiado fuerte, ya que los exfoliantes con pepitas pueden ser un poco más abrasivos.
Masaje:
Masajea el producto por unos 1-2 minutos, enfocándote en las áreas que suelen acumular más impurezas o células muertas, como la zona T (frente, nariz y mentón).
Si lo deseas, puedes extender el masaje hacia el cuello y el escote para exfoliar estas áreas también.
Enjuague:
Después del masaje, enjuaga bien tu rostro con agua tibia hasta eliminar todo el exfoliante.
Asegúrate de retirar cualquier residuo del producto.
Secado y continuación de la rutina:
Seca tu rostro con una toalla limpia y suave, dando golpecitos delicados para no irritar la piel.
Continúa con tu rutina habitual, aplicando tónico, sérum y crema hidratante para mantener la piel suave e hidratada.