Te pasa que cuando ves a alguien después de un tiempo te quedas en plan…” tú te has hecho algo, estás mejor que nunca”, y en otros encuentros – aunque no digas nada- no puedes evitar pensar… “¿pero qué le ha pasado? Se ha echado 20 o 30 años encima”?
Cada uno envejecemos de forma distinta, claro, y la edad cronológica nada tiene que ver con la biológica, ¿lo sabías? Además, cada uno de nosotros tiene una predisposición genética a padecer determinadas patologías que pueden influir directamente en el estado de nuestra piel y en nuestro aspecto general.
¿De qué hablamos? De la epigenética, de la pirámide de envejecimiento y de cómo te ayudamos a prevenir los signos de tu edad biológica… Ya sé que quieres estar en la impresión de “Qué divina estás”, ¿verdad? Atenta:
La epigenética es un proceso que permite activar o desactivar genes en nuestro ADN sin alterar su secuencia, y esto puede venir influenciado por factores externos (estilo de vida, alimentación, factores ambientales…). Estos cambios epigenéticos pueden ser heredados y ejercen un fuerte impacto en la predisposición a ciertas enfermedades y patologías.
Controlando la epigenética podemos “encender o apagar” estos genes. ¿Cómo? La fórmula es bien sencilla:
Alimentación • Actividad física • Control del Estrés
Se sabe y está comprobado que los aminoácidos pueden desempeñar un papel en la epigenética y, por lo tanto, en la salud y el envejecimiento. Me refiero a: la lisina, la arginina, la histidina y la glicina, que ayudan a producir colágeno y elastina para mantener tu piel firme, hidratada y elástica. Se encuentra en alimentos como la carne, el pescado, los huevos, semillas y lácteos.
Ok, pasamos a la edad biológica y la pirámide de envejecimiento: tengo buenas noticias…
La edad biológica comienza a separarse de la edad cronológica cuando iniciamos nuestro camino por la vida, desarrollamos un estilo de vida propio, comemos de tal o cual manera y dormimos de una u otra forma…
Todo influye de manera decisiva en el desarrollo de nuestras células.
- La pirámide de envejecimiento de la piel es una representación gráfica de cómo envejece nuestra piel con el tiempo: la exposición al sol, la contaminación y los hábitos como fumar o beber alcohol, obviamente dañan tu piel y favorecen su deshidratación, la pérdida de elasticidad y la aparición de manchas y arrugas.
- Los cambios naturales como la disminución en la producción de colágeno y elastina, llevan inevitablemente a la flacidez y la aparición de líneas finas y arrugas (nivel intermedio de la pirámide)
- El nivel interno afecta a los cambios hormonales que sentimos cuando envejecemos, como la disminución en la producción de estrógenos que afectan a la hidratación y la elasticidad de la piel.
Pero todo lo anterior se puede modificar mediante determinados estímulos:
- A partir de los 20: antioxidantes, que ayudan a prevenir el daño celular y el envejecimiento prematuro, al proteger tu piel de los efectos dañinos de los radicales libres. También estimulan la producción de colágeno y elastina, para una piel firme y elástica.
- A partir de los 30: añade colágeno a la fórmula, que proporciona estructura y elasticidad a la piel, estimulando la renovación celular. También ayuda a mantener la hidratación de la piel, al aumentar su capacidad para retener la humedad, lo que puede prevenir la sequedad y la descamación.
- A partir de los 40: suma melatonina, no sólo por sus efectos antioxidantes y anti-inflamatorios, sino porque estimula también la producción de colágeno y elastina en la piel, mejorando la firmeza y elasticidad de la piel y reduciendo la apariencia de líneas finas y arrugas.
- En los 50: además de todo lo anterior, te recomiendo incluir el cromo porque además de promover la producción de colágeno, va genial para reducir la inflamación y prevenir la aparición de manchas oscuras propias de la edad…
Así que tenemos que si bien el envejecimiento es un proceso universal, irreversible, dinámico, individual y heterogéneo; también sabemos que la interacción de la genética y la epigenética influye en que sea más o menos prematuro.
¿Cómo prevenirlo?
1.- El deporte es uno de los factores que más impacto tiene sobre la edad biológica. Practicar algún deporte promueve el correcto funcionamiento metabólico corporal y la formación de sustancias antioxidantes. ¡En su justa medida!, porque una práctica de deporte excesiva puede provocar el efecto contrario, generando un alto estrés oxidativo que acabará afectando al estado de nuestras células y por tanto, aumentando la edad biológica.
2.- La alimentación tiene un efecto directo en nuestra edad biológica. Uno de los principales motivos del envejecimiento de nuestras células es el producido por los radicales libres. Así que más allá de los estereotipos, una alimentación rica en verduras y frutas, así como la ingesta de ácidos grasos insaturados, ayuda a la formación de antioxidantes corporales que actúan frente a la oxidación celular.
3.- Los factores ambientales como la polución, el estrés, la falta de sueño… aumentan la generación de radicales libres y reducen la generación de vitaminas E, C y otros antioxidantes naturales, así que es esencial tomar algún suplemento o complemento rico en estas vitaminas, y también en polifenoles (como el té verde), resveratrol (en uvas verdes o vino) y astaxantina (en algas y mariscos).
Para concluir, te diré que a día de hoy la edad biológica se ha podido revertir hasta dos años con productos especiales, principalmente de Nutricosmética, que no sólo ralentizan la velocidad a la que envejece nuestro cuerpo, sino que sobre todo, ayudan a reparar el daño oxidativo. Termino con una frase que me parece muy significativa en este artículo de hoy:
“La inmortalidad no es posible, pero sí la amortalidad, es decir, la capacidad de estar vivo de manera indefinida»