En el mundo de la dermocosmética, es común confundir conceptos como hidratante, humectante y emoliente. Aunque todos comparten el objetivo de mejorar la salud y apariencia de tu piel, sus funciones y beneficios son distintos.
Hoy te cuento qué son los emolientes, en qué cosméticos puedes encontrarlos y qué tipos de piel se benefician más de su uso.
¡Al lío!
1. ¿Qué son los emolientes?
Los emolientes son componentes esenciales que rellenan los espacios entre las células y ayudan a restaurar la barrera lipídica, previniendo la sequedad, la irritación y el envejecimiento prematuro.
Su función principal es formar una capa protectora sobre la piel, ayudando a retener la humedad y manteniéndola flexible y suave.
Puedes encontrarlos en productos tan variados como geles, champús, cremas, maquillajes y protectores solares.
2. Funciones y beneficios de los emolientes
- Los emolientes actúan como una barrera protectora sobre la superficie de la piel, evitando la pérdida de agua y protegiéndola frente a agentes externos.
- Al restaurar la barrera lipídica, ayudan a combatir la sequedad y sensibilidad de la piel, así como patologías cutáneas tipo dermatitis atópica o psoriasis.
3. Tipos de emolientes
- Emolientes ligeros: se caracterizan por una aplicación fluida, absorción rápida y sensación fresca, sin dejar residuos grasos.
Uso ideal: pieles grasas o para zonas donde se desee evitar la sensación aceitosa, como el rostro.
- Emolientes pesados: absorción moderada o baja, lo que permite una aplicación más nutritiva y duradera. Ofrecen una hidratación profunda y una reparación eficaz de la barrera cutánea.
Uso ideal: pieles secas o aquellas que requieren una hidratación intensa y prolongada.
- Emolientes hidrófilos: acción hidratante, ayudan a retener el agua en el estrato córneo.
- Emolientes lipofílicos: actúan manteniendo el agua unida al estrato córneo mediante la formación de una emulsión oleosa.
Actualmente lo más trendy son los emolientes fluidos e hidrófilos, de rápida absorción y con una sensación menos grasa, de más eficacia y confort para la piel.
¿En qué se diferencian los emolientes de los humectantes e hidratantes?
- Emolientes: Su función principal es suavizar y proteger la piel formando una película que retiene la humedad. Además, aportan beneficios como mejorar la textura y la barrera cutánea.
- Humectantes: Se caracterizan por ser de textura ligera (geles, lociones, bálsamos o sérums) que ayudan a absorber y retener la humedad, evitando la evaporación del agua contenida en la piel.
- Hidratantes: Estos productos aportan agua directamente a la piel, restaurando la humedad necesaria para el correcto funcionamiento de las células.
Cada uno de estos productos es esencial en la rutina de cuidado de la piel, pero es importante elegir el adecuado según las necesidades específicas de cada tipo de piel.
- Piel grasa y mixta: opta por emolientes ligeros que se absorban rápidamente. Permiten mantener el equilibrio sin sobrecargar la piel, ayudando a regular la producción de sebo y a prevenir brotes.
- Piel seca y sensible: los emolientes pesados son ideales, ya que ofrecen una hidratación intensa y prolongada. Restauran la barrera lipídica y proporcionan una protección duradera, ideal para combatir la sequedad y mejorar la textura de la piel.
- Piel con patologías: busca productos que contengan ingredientes activos como lactato de sodio, urea y alantoína, que ayudan a calmar y reparar la piel afectada.
4. Principios activos ricos en emolientes, humectantes e hidratantes.
4.1. Emolientes: aceites vegetales como jojoba, aguacate, argán y aceite de rosa mosqueta. Estos componentes no sólo ayudan a suavizar y reparar la piel, sino que también aportan una textura rica y una experiencia sensorial única.
- Otros ingredientes: Vitamina F, urea, alantoína, liposomas, lanolina, cera de abeja, mantecas, ácidos grasos y ceramidas.
4.2. Humectantes e hidratantes: Ácido hialurónico (en diferentes pesos moleculares), pantenol, vitamina B5, ácido láctico a bajas concentraciones, colágeno, betaína, glicerina y polisacáridos.
- Función principal: actúan aportando y reteniendo el agua en las capas profundas de la piel, complementando la acción de los emolientes para una hidratación completa.
Ya ves que entender la diferencia entre hidratantes, humectantes y emolientes es crucial para seleccionar el producto adecuado según las necesidades específicas de tu piel. En DERMO+ te ayudamos a mejorar la salud y apariencia de tu piel. Reserva tu cita para una sesión de Dermoconsultoría personalizada en la que adaptamos tu rutina skincare a las necesidades de tu piel.